En plena crisis migratoria y bajo la amenaza de la imposición arancelaria de los Estados Unidos hasta que se detenga el flujo de personas, en México se ha incrementado el ambiente antiinmigrante.
Una encuesta publicada el miércoles por El Universal reveló que 61.5% de los mexicanos está en desacuerdo con que México permita el paso de las caravanas con rumbo a los Estados Unidos.
El 33.2% de la población se dijo de acuerdo en que las personas transiten libremente sin documentos por territorio nacional.
Se trata de un aumento significativo en el rechazo respecto a octubre de 2018 cuando el rechazo rondaba el 48.9% y la aprobación el 45.7%.
Estados Unidos puso contra la pared a México al amenazarlo con la imposición de un 5% de aranceles a sus exportaciones. Como respuesta el Gobierno mexicano implementó un plan urgente y desplegó 6.000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera sur en el estado de Chiapas.
Han sido semanas de tensión para los mexicanos, preocupados porque la implementación de las tarifas causaría una debacle en la economía.
A propósito del clima de incertidumbre, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a los mexicanos mantener la tradición hospitalaria del país.
“Nada de campañas de odio contra migrantes, eso no es humano, ni es cristiano”, expresó el mandatario en su conferencia matutina del miércoles.
“Ahí les remito a la Biblia, que habla de cómo tratar al forastero. Quien maltrata al extranjero, al migrante, más cuando tiene que hacerlo por necesidad, no actúa con humanismo. Esto es muy importante, porque el conservadurismo siempre apuesta a eso”, agregó.
No podemos darle entrada a la concepción de rechazo a los migrantes. Donde come uno, debe de comer un millón de seres humanos
México tiene 45 días para mostrar resultados en su estrategia, según el acuerdo con EEUU.
“Tenemos presupuesto. ¿Por qué? porque no hay corrupción. Ayer recibí el avalúo de Naciones Unidas para la venta del avión presidencial. Mínimo 150 millones de dólares y de ahí para arriba. Con eso se va a pagar”, reveló.
El canciller Marcelo Ebrard secundó el llamado del presidente.
“La xenofobia siempre es un error y la posición del gobierno de la República es luchar en contra de eso. Lo hacemos en campañas y acciones de política publica”, dijo el encargado de las negociaciones con EEUU.
“Vamos a demostrar que se puede gestionar un flujo migratorio muy grande, sin caer en reacciones xenofóbicas. Tenemos una tradición muy fuerte. Es lo que vamos a defender”.
“El odio siempre es un camino al desastre”, concluyó.
Ebrard y AMLO coincidieron en que a pesar de la tensión, evitarán a toda costa una confrontación directa con los EEUU.
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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