Era hermoso, dotado de condiciones poco frecuentes en seres humanos, al extremo que autores argentinos (Ernesto Palacio, entre otros) han tomado partido a favor suyo. Como secuaz del tirano Sila persiguió a ilustres romanos, incluyendo a Mario, uno de los romanos sobre los cuales la historia es menos veleidosa.
Catilina fue despedazado en el senado romano por Cicerón, que no cejó hasta conseguir una sentencia condenatoria para este eterno conspirador. Es plausible imaginar a Cicerón con su voz grave acusando a Catilina (“¿Hasta cuándo Catilina?”) en medio de las deliberaciones del Senado, afortunadamente ha llegado hasta nuestros días las “catilinarias”, no así la voz del “príncipe de los oradores” lo que es posible por medio de la imaginación. Por esa intervención Cicerón fue nombrado “Padre de la Patria”.
¿Será el Senador Pichetto capaz de enjuiciar a Cristina Fernández a la que acechan causas por corrupción (que son las que menos significación tienen), o deberá asistir a las reuniones que se lleven a cabo, como uno más del grupo de senadores?
La señora ex presidente arrastra causas que van desde corrupción hasta traición a la patria. ¿Podrá el Senador Pichetto ser tan argumentativo como para privarla de sus fueros (para que pueda defenderse de las acusaciones)?
Si así lo hiciera, habría ingresado a la historia grande de nuestro país. A la altura de un Mitre, quien después de vencer en Pavón a su tradicional adversario, omitió a sus amigos y juró la Constitución Federal contra la que había peleado. La otra opción posible que le queda es entrar de gris en la historia argentina.
FUENTE: INFOBAE NOTICIAS
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